¿De qué sirve llenarnos de adornos externos, metas únicamente materiales cuando por dentro tenemos un gran vacío existencial?
Es mejor empezar a llenar ese corazón de experiencias que nos llenen de amor, de veracidad, honestidad, empatía, tolerancia y compasión.
Cuidemos a nuestra familia, tengamos más comunicación con nuestros verdaderos amigos, logremos metas laborales y profesionales sin sacrificar a la familia y a lo que más nos gusta. Cuidemos al planeta, consumamos responsablemente, amemos a la Creación.
Que no sea sólo un cliché ayudar al prójimo, que se convierta en una meta real y esa energía de amor, llenará ese vacío existencial. Poco a poco volveremos a sentirnos más completos y felices.
Un abrazo para todos.
Maria Grazia Gonzales
Maria Grazia Gonzales